lunes, marzo 21, 2005

Suicidios

Pues ahora resulta que el hecho de pactar un suicidio colectivo vía internet no es sólo cosa de japoneses (Actualidad Terra 1, Actualidad Terra 2 y El Mundo)
En España dos periodistas han abortado el intento de suicidio de tres jóvenes. Una trabajadora de un popular magazine en Antena 3 había entrado hace unos meses en un foro de salud en internet. Ahí observó que varios foreros incidían en la idea del suicidio. Lo indicó al equipo de investigación, de este modo, dos periodistas se introdujeron en el foro, como si también quisieran suicidarse de la misma manera. Así se terminaría en un grupo formado por las dos periodistas y los tres jóvenes (dos madrileños y uno de Oviedo) Mientras ellas intentaban saber las razones por las que querían morir los jóvenes, ellos las animaban a que lo hicieran también. Las peridistas pusieron todo tipo de escusas, hasta que ellos terminaron diciéndoles que lo harían de todos modos, aunque ella se echaran atrás. La respuesta a ¿por qué suicidarte en compañía? viene dada por el hecho de que según ellos es un acto de solidaridad, para que nadie muriera solo. Supongo que también el hecho de estar acompañado lo hace algo más fácil, al estar juntos resulta más difícil echarse atrás.
Puesto que las dos chicas no parecían decidirse los tres jóvenes decidieron hacerlo solos. Alquilaron una casa en una localidad de Zamora, donde pretendían realizar el suicidio dentro del coche, encerrado en el garaje, con monóxiso de carbono. Debido a la denuncia de las dos periodistas, no puedieron realizar sus planes y ahora han pasado a diferentes centros psiquiátricos. En un principio se pensó que podían pertenecer a una secta satánica, pero esa hipótesis ha quedado totalmente descartada.
Una de las periodistas explica que uno de ellos le dijo que quería morir para poner fin a una vida que no le había dado nada. Se trataban de un arquitecto, un ingeniero y un joven con un buen puesto en una empresa, que conocían todo tipo de métodos para realizar un suicidio. Comunicaron a las chicas que habían alquilado una casa rural para llevar a cabo el suicidio, y les dijeron cómo ir y dónde estaba, que les esperaban allí. Ellas comproboron que era cierto llamando a la dueña, y al ver que iban en serio, llamaron a la Policía, con el desenlace que ya conocéis.

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