sábado, marzo 29, 2008

Leyenda de "la colodra"

Añavieja es el pueblo de mi padre, donde viví hasta los 5-6 años.


Leyenda de la Colodra, en Añavieja

Está basada esta bucólica leyenda en un acontecimiento de los tiempos de la mozarabia Moncaina, y es el tierno idilio del pastor de las vacadas sorianas que pastaban en la lguna de Añavieja, con una hermosa zagala, que conducía un hato de merinas a los herbazales de la misma.
El vaquerillo entretenía sus ocios, prendado de la pastora, en pacientes labores practicadas a punta de navaja, sobre duras cuernas de vacuno, decorando alcuzas, trompas de caza y colodras o vasos de esa materia que eran la maravilla de rabadanes, zagales y zagalinas.
Desaparecidas súbitamente las vacas de la laguna, quedó el vaquerillo desamparado, y decidió marchar a Tarazona al servicio de un rico mozárabe. Al partir obsequió a la desconsolada zagala con una artística colodra en la que había esculpido su nombre.
Pasados los años, se hallaba un día regando de madrugada la huerta de su nuevo dueño, con agua del río Selcos y el joven advirtió que un bloque cenagoso obstruía la entrada del agua y al quitarlo halló, con asombro, la colodra que había regalado a su novia.
No dudó un instante el muchacho, pues podía leer muy bien el nombre de su amada dibujado, a navaja, en la colodra, así como los demás rasguños que él había hecho en ella.
La explicación no podía ser otra, que la comunicación subterránea desde la laguna de Añavieja, por debajo del Moncayo, a salir en la ciudad de Tarazona. Alarmados los de Tarazona por esta noticia apresaron al muchacho, sometiéndole a tormento, pero el Wali de la ciudad, al no conseguir declaración razonable del vaquerillo dispuso su muerte en la horca. Y cuentan que la pastorcilla, al saberlo, vino desde Añavieja furiosa y altiva y los maldijo desde lo alto de Vaqueca.

J. Tomás Zueco
publicado en la revista Zar,
Leyendas de Soria, de Florentino Zamora Lucas

En internet de: http://soria-goig.com/Rutas/pag_0449.htm

Añado una pequeña explicación: los musulmanes que vivían en Tarazona desconocían de dónde procedía el agua que manaba de "el Ojo de San Juan", de donde se extraía el agua que se consumía en la localidad. El miedo a que los cristianos conocieran primero esta procedencia (por temor a que los envenenaran desde el mismo nacimiento de esas aguas) hizo que precisamente el walí de Tarazona sometiera a tortura al vaquerillo (de nombre Sebastián, por cierto) y lo mandara matar por no obtener la información que quería.
A partir de ahí las tensiones entre cristianos y musulmanes se endurecieron.
Se cuenta que la novia (Justina) amenazó con sacar a la luz el secreto si no cesaban en las disputas. Y se supone que a partir de ahí volvió la paz a Tarazona entre ambos bandos.


5 comentarios:

Leodegundia dijo...

Como ya sabes, me encantan las leyendas, así que disfruté mucho con esta que pones hoy.
Buen fin de semana.

Jose dijo...

Vaya historia! Y menos mal que das alguna explicacion, por que si no, no hubiera entendido el por que.

Lo unico, que como suele suceder en estas historias, el amorio acaba mal... bueno y del pobre zagal que acaba peor :(

- dijo...

Yo me he dado cuenta de lo que me cuesta leer y comprender rápidamente un texto escrito de esa manera.

Eva dijo...

A mi me ha gustado la historia forest. Teneis historias curiosas por ahi, pero sin duda la mejor es la birulueca o como se llame.

Unknown dijo...

Que bonita y triste historia, te voy a hacer la pelota un poco, No tienen que ser siempre los demás, quien te la hagan. Me mola porque te interesas mucho por tu patria chica, y admás difundes las cosas mas curiosas.
Bueno ahora en serio propongo vengarnos de los perros infieles de los morros, que nos devuelvan al pobre pastorcillo.
Besos guapa