miércoles, mayo 11, 2005

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

No tengo mucho tiempo últimamente para actualizar el weblog, pero como hoy en clase no había programas (en ningún ordena) pues nos hemos ido antes, por lo que saco un ratito.
El título le viene del último librillo que he leído entre viaje y viaje de metro, de Philip K. Dick. Seguro que os suena más si os digo que en él se basa la película Blade Runner, de Ridley Scott, todo un clásico de la ciencia ficción. Pero como la película la vi en el colegio y a decir verdad, ya ni me acuerdo de ella, sólo hablaré del libro.
Hace tiempo renegaba de todo lo que oliese a ciencia ficción, sobre todo porque estaba convencida de que sólo se trataba de naves espaciales, pero tras leer "La máquina del tiempo" de Wells, me di cuenta de la este género me resultaba interesante.
Blade Runner, el libro, trata en resumen de dos historias paralelas que terminarán cruzándose: la primera es la de Rick Deckard, un cazador de bonificaciones, o lo que es lo mismo, un perseguidor de androides. Su misión en acabar con varios que han venido huyendo ilegalmente desde Marte a la Tierra. La segunda es la de Jhon Isadore, un especial, lo que podría llamarse un paria o marginado social.
Todo ello ocurre en un mundo futurista extraño, cubierto de un polvo que lo envenena todo, sin apenas animales, donde la tecnología ha intentado suplir a las formas orgánicas, pero donde esta misma tecnología en el caso de los androides llega a verse como una amenaza y como algo muy inferior a la vida llamémosla real.
Se plantean numerosas preguntas entre las cuales puede destacarse la del título del libro y de este post. ¿Al final un androide podría llegar a sentir empatía por otro ser que no fuera él mismo? ¿Y un humano podría sentirla por un androide? Al final, en el libro, parece que no somos tan diferentes.

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