Antes de venirme para Soria, estuve en una de las tiendas de Comercio justo de Intermón Oxfam, en el centro comercial Plaza Norte. La verdad es que ni siquiera sabía que existían. Pero tienen una gran cantidad de productos de todo tipo: alimentación, textil, decorativos, etc.
Estos productos pertenecen a ese tipo de comercio llamado justo, puesto que te garantizan que está basado en ese tipo de condiciones, sin explotación infantil, sin desigualdad, con salarios justos, respetando el medio ambiente... y además por lo que yo vi, se trata en su mayoría de productos naturales y de calidad. No estamos hablando de dar donativos sino de pagar un precio justo que garantice unas mejores condiciones de trabajo en países desfavorecidos. Así se logra romper la cadena con el comercio tradicional, en la que al final los países pobres siguen pobres. Ahora sólo simboliza una pequeña ayuda, pero algo es algo.
Ya había oído de una iniciativa similar pero sólamente con el café, en un reportaje que nos puso un profesor en la carrera. Pero muchas veces no salen adelante porque los precios suelen ser un poco más elevados y la gente sigue prefiriendo consumir lo de siempre.
Yo sólo probé el chocolate (de varios tipos) y el precio estaba bien: 1 euro 50, creo. El de praliné estaba buenísimo, la verdad.
Comento esto como una pequeña alternativa a las compras de siempre, puesto que de este modo estás seguro de que tu compra va a servir para seguir potenciando el comercio justo...
La página es esta: Comercio Justo
Estos productos pertenecen a ese tipo de comercio llamado justo, puesto que te garantizan que está basado en ese tipo de condiciones, sin explotación infantil, sin desigualdad, con salarios justos, respetando el medio ambiente... y además por lo que yo vi, se trata en su mayoría de productos naturales y de calidad. No estamos hablando de dar donativos sino de pagar un precio justo que garantice unas mejores condiciones de trabajo en países desfavorecidos. Así se logra romper la cadena con el comercio tradicional, en la que al final los países pobres siguen pobres. Ahora sólo simboliza una pequeña ayuda, pero algo es algo.
Ya había oído de una iniciativa similar pero sólamente con el café, en un reportaje que nos puso un profesor en la carrera. Pero muchas veces no salen adelante porque los precios suelen ser un poco más elevados y la gente sigue prefiriendo consumir lo de siempre.
Yo sólo probé el chocolate (de varios tipos) y el precio estaba bien: 1 euro 50, creo. El de praliné estaba buenísimo, la verdad.
Comento esto como una pequeña alternativa a las compras de siempre, puesto que de este modo estás seguro de que tu compra va a servir para seguir potenciando el comercio justo...
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