Pues si bien este anuncio forma parte de una excelente estrategia creativa, tiene su parte de verdad. En enero de 1992, un buque de carga que había zarpado de Hong Kong rumbo a América sufrió las consecuencias de una violenta tormenta en medio del Pacífico. Algunos de los contenedores se desprendieron cayendo al agua. Uno de ellos se abrió vertiendo su cargamento: 29.000 juguetes de goma para el baño (patitos, tortugas, ranas y castores) El oceanógrafo Curtis Ebbesmeyer les ha seguido la pista y cree que podrían haber aparecido incluso en las costas gallegas, pues algunos de estos juguetes ya fueron encontrados en Alaska. Cosas de las corriente marinas...
P.D: Eso, que ya está remodelada Azusa 3D.
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