Se trata de una pequeña película que me gustó bastante. Aunque la historia es un poco confusa, la estética es una pasada. El nombre de la protagonista es Kai doh Maru: La luna negra.
La historia sucede en el Japón medieval, en una época de fantasmas, guerreros y supersticiones. El tono es en la peli como el de la imagen, clarito, como de pinturas al agua, pero la pintura de la sangre está muy saturada. Hay escenas en las que queda espectacular, aunque son algo gores.
Ah! al verla te quedas a medias, con ganas de más.
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