jueves, diciembre 02, 2004

Crucero otra vez

Ya casi ni me acuerdo de dónde me quedé, creo que por el foro romano. Ya lo había visto, pero es que me encanta, es una pasada.

Más o menos desde ahí, es por donde se baja al foro, sigues recto y llegas al Coliseo. Esta vez no entramos, no había tiempo. Después fuimos caminando hasta una plaza donde hay una iglesia en la que hay una leyenda que cuenta que cuando una de las estatuas (no recuerdo cuál) sude y cruja es que el Papa está próximo a morir.
Cogimos un bus y fuimos a la Catacumbas de San Calixto, no sin antes pasárnoslas de largo. Por fin llegamos y tuvimos suerte, pues justo pedían un grupo de españoles para entrar, ya que la visita era guiada. Daban un poco de cosilla, pasillos estrechos y muy oscuros, lógico, excepto por los tragaluces del techo. Eran no sólo cementerios sino también lugares de culto. Nos contaron que eran las más grandes, de casi 30 km si colocasen todos los pasillos uno detrás de otro, con unos 15 metros de profundidad, y donde habían llegado a estar enterrado medio millón de personas. Llamaba la atención la gran cantidad de agujeros rectangulares pequeñitos, que correspondían a las antiguas tumbas de niños. Lógicamente se debía a la gran mortalidad infantil de la época. Había una sala donde incluso aún hoy se podía celebrar la eucaristía (si te llevabas tú el cura de casa, jeje) .

No hay comentarios: