Hauru no ugoku shiro

Este es el título en japonés de la última película de Hayao Miyazaki, del conocido Estudio Ghibli ("La Princesa Mononoke", "El viaje de Chihiro"). El nombre que más se ha oído sobre este film de animación es el inglés: Howl's Moving Castle. En España, cuando se dignen a estrenarla en cines (he oído que este verano,a pesar de que la película se estrenó ya en el 2004 en varios países) no sé exactamente el título que le pondrán, supongo que algo así como El Castillo flotante o ambulante de Howl o de Hauru, según escojan el nombre japonés o el inglés. Bueno, dejo ya de aburrir y cuento la historia:
Sophie (Zôfi, en la versión japonesa) es una joven que se ocupa de la sombrerería que le dejó su padre, trabajando todo el día sin descanso. El país se dispone a entrar en una guerra lo que se aprecia en las calles llenas de alboroto por los desfiles de los militares. Un día a la salida del trabajo, dos soldados acosan a Sophie, que es rescatada por un chico muy guapo. Después se verá que su salvador no es otro que Howl (o Hauru), un joven hechicero del que se cuenta que enamora a cuanta bella chica se encuentra, devorándoles el corazón. Al llegar al taller, Sophie se encuentra con una hechicera que anda buscando a Hauru, que maldice a la muchacha convirtiéndola en una anciana. La chica, va en busca de alguien que le ayude a romper el hechizo, así acaba de señora de la limpieza en el castillo ambulante de Hauru. Allí entablará amistad con un espantapájaros, con Calucifer, un demonio del fuego, responsable de que el castillo sea así, y con Marki, un jovencísimo hechicero.
La película está bastante bien, tiene esa fantasía que siempre caracteriza al estudio Ghibli, pero quizás se deja sentir menos cada vez. Mucho menos claro está que las otras dos películas anteriores, ya mencionadas. Quizás sí tienen razón los que dicen que el Estudio se está occidentalizando, pero no obstante, el film merece la pena. No deja de ser un cuento de hadas, por lo que la historia y el argumento tienen mucho encanto.