La historia relatada ocurrió hace un tiempecillo pero me sigue ayudando en mi creencia de que atraigo a la gente extraña...
Pongámonos en situación: chica esperando a una amiga en la puerta de un conocido restaurante de comida rápida más o menos sobre las 2 y media de la tarde. De pronto, se acerca cierto personajillo (por llamarlo de algún modo) de nacionalidad indefinible (indefinible para mí, claro está). Saca un paquete de una marca extrañísima de tabaco y lo tiende hacia ella ofreciéndole uno, se supone, si la gesticulación del tipo no es equivocada.
Con sinceridad, no entendí ni papa de lo que decía, pero como el tío no dejaba de hacer lo mismo, pensé: quizás quiere fuego. Así que le pregunté, me sonríe y niega con la cabeza, sacando un mechero y ofreciéndolo a la vez que el tabaco. Entonces, intenta entablar conversación en una mezcla entre español de peli de indios, y su propio idioma (el que fuera, no fui capaz de reconocerlo) Primero, me pregunta que si soy de aquí, luego que qué estoy haciendo ahí...Todas sus preguntas iban intercaladas con intentos de tocarme la barbilla y diciendo: Tú, mujer, guapa... La verdad es que me estaba empezando a mosquear entre las preguntitas y los toquecitos, así que le dije varias veces: Por favor, ¿podrías largarte?
Pero nada el tío dale con el "Tú mujer guapa" y que "por qué no quería tabaco" y que "por qué no le miraba" Y para colmo, me dice que le de mi número. Al final, ya le dije con cara superenfadada que se largara de una vez.
Parece que así ya se dio cuenta de que no iba a sacar nada. Va y sonriendo dice: "Tú mujer guapa bigote" y se señala la barbilla.
La verdad es que me dio la risa y me dije: mira qué majete, como no le hago caso, resulta que tengo bigote... Jajaja!!!
En serio, la gente que se me acerca no es muy normal, o será que yo no soy muy normal y les atraigo...
Es como la situación que conté del metro (Metro) y lo que ocurre es que me pasan a menudo...
Pongámonos en situación: chica esperando a una amiga en la puerta de un conocido restaurante de comida rápida más o menos sobre las 2 y media de la tarde. De pronto, se acerca cierto personajillo (por llamarlo de algún modo) de nacionalidad indefinible (indefinible para mí, claro está). Saca un paquete de una marca extrañísima de tabaco y lo tiende hacia ella ofreciéndole uno, se supone, si la gesticulación del tipo no es equivocada.
Con sinceridad, no entendí ni papa de lo que decía, pero como el tío no dejaba de hacer lo mismo, pensé: quizás quiere fuego. Así que le pregunté, me sonríe y niega con la cabeza, sacando un mechero y ofreciéndolo a la vez que el tabaco. Entonces, intenta entablar conversación en una mezcla entre español de peli de indios, y su propio idioma (el que fuera, no fui capaz de reconocerlo) Primero, me pregunta que si soy de aquí, luego que qué estoy haciendo ahí...Todas sus preguntas iban intercaladas con intentos de tocarme la barbilla y diciendo: Tú, mujer, guapa... La verdad es que me estaba empezando a mosquear entre las preguntitas y los toquecitos, así que le dije varias veces: Por favor, ¿podrías largarte?
Pero nada el tío dale con el "Tú mujer guapa" y que "por qué no quería tabaco" y que "por qué no le miraba" Y para colmo, me dice que le de mi número. Al final, ya le dije con cara superenfadada que se largara de una vez.
Parece que así ya se dio cuenta de que no iba a sacar nada. Va y sonriendo dice: "Tú mujer guapa bigote" y se señala la barbilla.
La verdad es que me dio la risa y me dije: mira qué majete, como no le hago caso, resulta que tengo bigote... Jajaja!!!
En serio, la gente que se me acerca no es muy normal, o será que yo no soy muy normal y les atraigo...
Es como la situación que conté del metro (Metro) y lo que ocurre es que me pasan a menudo...
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