Buenos días. Qué mal, no dejo de pensar en el curro, no tengo ninguna gana de ir. Sigo con mi catarro, todo el día tosiendo y con la voz más ronca aún de lo que la suelo tener.
En fin, sólo me quedan tres días para librar... Optimismo ante todo. Para que luego me digan lo de que simpre estoy con una sonrisa en la boca.
Pero hace un día bastante malillo, la verdad. Teniendo en cuenta que estamos en noviembre es normal.
Voy a aprovechar, Elena, si lees esto y por si aún no te he animado del todo: no seas tonta, vete a Málaga el puente.
Otro tema, voy a seguir con el crucero. Salimos de Barcelona, con fiesta a bordo incluída, de despedida del puerto... (anda que, menudas ideas) La primera parada fue a Villefranche, una ciudad francesa muy bonita, antigua gruta de piratas. Era muy colorida, pero llena de calles estrechas y oscuras. La verdad es que era preciosa. De ahí salían excursiones a Niza, Cannes, Mónaco... Pero como la economía no estaba muy boyante ( y cada excursión costaba un ojillo) pues no las hicimos. Además, Niza ya lo conocía.
Después, Livorno, fea, sucia, gris y un poco apestosa, la verdad (vamos, que la he puesto bien).
De ahí se iba hacia Pisa y Florencia. Tampoco fuimos por el mismo motivo: excursión cara y ya las conocíamos.
Desde Civitaveccia, partimos hacia Roma, que sí la había visto antes, pero nunca la conoces del todo. Estaba empeñada en ver las Catacumbas, justo en la otra punta desde donde nos dejaba el bus (en el Vaticano) Así que nos hicimos recorrido a pie, y en varios buses (normales y express) hasta ahí.
Primero estuvimos en la Plaza de San Pedro, no perdimos tiempo en el museo porque no lo teníamos y también lo habíamos visto (aunque no me habría importado volver a ver la Capilla Sixtina o la sala de la Signatura, la verdad)
Fuimos por la Via de la Conciliacione hasta el Castillo de San Angelo. Y cruzamos por mismo puente.
Lugo pongo fotos... y sigo.
